Rosquillas Manchegas Tradicionales

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Las rosquillas manchegas son un postre tradicional de la región de Castilla-La Mancha, en España, conocidas por su textura crujiente por fuera y tierna por dentro. Estas rosquillas son perfectas para acompañar con un café o un té y son los más populares entre los dulces manchegos.

Ingredientes de la Rosquilla Manchega

  • 500 g de harina de trigo
  • Edulcorante natural al gusto
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 2 huevos
  • La ralladura de 1 limón
  • 1 copita de anís seco
  • 1 sobre de levadura en polvo (aproximadamente 7 g)
  • Una pizca de sal
  • Azúcar glas para espolvorear (opcional)
  • Aceite de oliva para freír

Preparación

  1. Mezclar los Ingredientes Secos:
    • En un bol grande, tamiza la harina con la levadura en polvo y mezcla con el edulcorante y una pizca de sal.
  2. Preparar la Masa:
    • En otro recipiente, bate los huevos y añade el aceite de oliva, la ralladura de limón y el anís seco. Mezcla bien estos ingredientes líquidos.
    • Incorpora la mezcla líquida a los ingredientes secos, poco a poco, amasando hasta obtener una masa homogénea y que no se pegue en las manos. Si es necesario, ajusta la harina.
  3. Formar las Rosquillas:
    • Toma pequeñas porciones de masa y forma cordones delgados. Únelos para formar las rosquillas, asegurándote de sellar bien la unión.
  4. Freír las Rosquillas:
    • Calienta abundante aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto.
    • Fríe las rosquillas en tandas, evitando sobrecargar la sartén, hasta que estén doradas por ambos lados.
    • Retira las rosquillas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  5. Finalizar:
    • Una vez frías, puedes espolvorear las rosquillas con azúcar glas para un toque adicional de dulzura.
  6. Servir:
    • Sirve las rosquillas manchegas en un plato de servir. Son deliciosas tanto calientes como frías y son el complemento perfecto para tu café de la mañana o la merienda de la tarde.

Aunque las rosquillas manchegas son un postre y deben consumirse con moderación, el aceite de oliva utilizado en la receta es una fuente de grasas saludables. Elegir ingredientes de calidad puede mejorar el perfil nutricional de esta tradicional receta.

Esta receta clásica es una maravillosa manera de conservar y celebrar las tradiciones culinarias de Castilla-La Mancha, disfrutando de sabores que han pasado de generación en generación.


Estimación de Macronutrientes:

  • Harina (500 g): Aproximadamente 1650 kcal, 55 g de proteínas, 345 g de carbohidratos.
  • Azúcar (150 g): Aproximadamente 580 kcal, 150 g de carbohidratos.
  • Huevos (2 unidades): Aproximadamente 140 kcal, 12 g de proteínas, 10 g de grasas.

Totales Estimados:

  • Calorías: 2370 kcal
  • Proteínas: 67 g
  • Carbohidratos: 495 g
  • Grasas: 10 g (sin contar el aceite de freír)

Las calorías y grasas aumentarán después de freír debido al aceite absorbido. Estas cifras son aproximadas y pueden variar según los ingredientes exactos y el método de cocción.

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Rosquillas Manchegas Tradicionales

Las rosquillas manchegas son un postre tradicional de la región de Castilla-La Mancha, en España, conocidas por su textura crujiente por fuera y tierna por dentro. Estas rosquillas son perfectas para acompañar con un café o un té y son los más populares entre los dulces manchegos.

Tipo: Rosquillas Manchegas Tradicionales Saludable

Cocina: Rosquillas Manchegas Tradicionales Fitness

Palabras claves: Receta de Rosquillas Manchegas Tradicionales

Rendimiento de la receta: 4

Tiempo de preparación: PT15M

Tiempo de cocinado: PT15M

Tiempo total: PT30M

Ingredientes de la receta:

  • Masa de pan casero
  • Hojas frescas de albahaca Sal, pimienta y orégano al gusto
  • 1/2 taza de salsa de tomate natural
  • 1 pimiento rojo, en rodajas
  • 1 calabacín pequeño, en rodajas finas
  • 1 cebolla morada, en rodajas finas
  • 1 taza de queso mozzarella rallado (o al gusto)
  • Aceite de oliva virgen extra

Instrucciones de la receta: Utilizando nuestra panificadora doméstica, preparamos la masa de pan según las instrucciones del aparato. Precalentamos el horno a 220°C (430°F). Extendemos la masa de pan en una bandeja para pizza o en una bandeja para hornear, formando una base delgada. Extendemos una capa uniforme de salsa de tomate sobre la base de la masa. Rociamos un poco de orégano, sal y pimienta sobre la salsa. Distribuimos las rodajas de pimiento, calabacín y cebolla morada sobre la salsa. Cubrimos con el queso mozzarella rallado. Introducimos nuestra pizza en el horno y horneamos durante unos 15-20 minutos, o hasta que la masa esté dorada y el queso burbujeante y ligeramente dorado. Una vez fuera del horno, adornamos con hojas frescas de albahaca y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Puntuación del editor:
5