¿A quién no le gusta darse un gusto en el paladar comiendo patatas fritas? Este es uno de los alimentos más demandados en el mundo. Pueden ser preparadas de forma natural, picando el tubérculo, o comprando patatas congeladas procesadas en el súper.
Lo más común es que la segunda opción la veamos mucho cuando ordenemos comida rápida en un establecimiento. Esto gracias a que las patatas congeladas reducen el tiempo de producción de la comida y así poder brindar un servicio más rápido.
Pero ¿Las patatas congeladas son saludables para nuestro organismo? Este es un debate en el que hemos estado inmersos durante mucho tiempo. Pero la verdad es que es sencilla de deducir la respuesta, en este caso.
Si colocamos en una balanza todas aquellas propiedades beneficiosas de estos productos, de un lado, y las propiedades que pueden ser dañinas, en el otro lado, podremos percatarnos que los beneficios se ven algo opacados.
Y antes de ir al asunto, debo decir que no compro patatas congeladas de forma habitual, aunque sí adquiero una o dos bolsas al mes para «emergencias». De todos los productos congelados que existen en el mercado, las patatas son las que menos aditivos tienen, y las que menos pierden propiedades.
¿Debería comprar patatas congeladas en una Dieta Fit?
Propiedades buenas
Entre los beneficios, resaltan todos aquellos que nos brinda este delicioso tubérculo, entre los que se encuentran los altos niveles de potasio que posee, así como la escasez de colesterol (muy importante para algunas personas).
De la misma forma, también ofrece al organismo, algunas vitaminas y minerales importantes para nuestra salud.
Sin embargo, aunque la patata tenga consigo una buena cantidad de minerales y propiedades beneficiosas para el ser humano, la verdad es que estas se ven disminuidas en un alto porcentaje, cuando las industrias le aplican productos, comprometiendo sus atributos.
Propiedades malas
Las patatas congeladas cuentan con algunos procesos previos a su distribución, que comprometen, en gran parte, los beneficios que ofrece el tubérculo cuando es preparado, e ingerido, de forma natural.
Uno de estos procedimientos, es la aplicación de productos químicos como conservantes. Estos, le brindan la posibilidad, a las patatas, de mantenerse en buen estado por mucho más tiempo.
Además, durante el procedimiento industrial, este producto también es pasado por aceite a altas temperaturas, para “pre-freirlo”. Esto provoca que el nivel de grasas trans que aportan las patatas congeladas aumente.
Aunado a esto, luego de ser empaquetadas, distribuidas y comercializadas, al momento de prepararlas volverán a estar expuestas a aceite a alta temperatura. En pocas palabras, el producto logrará absorber mucha más grasa que en su presentación natural.
Por consecuencia, nosotros estaremos consumiendo todas esas grasas trans, químicos conservantes y potenciadores de sabor.
¿Son o no son saludables las patatas congeladas? Conclusiones
Tomando en cuenta todo lo reseñado anteriormente en la entrada, queda en evidencia que: aunque las patatas congeladas no nos provocaran complicaciones graves de salud, sí que se debe tener mucha precaución con la cantidad de estas que se consuma.
El doctor Alfonso Pérez, médico del Hospital Clínico de Barcelona, asegura que es mucho más conveniente preparar estas patatas con aceites vegetales como el aceite de oliva.
De la misma manera, al momento de estar listas para servir, se deben dejar escurrir por unos minutos, para evitar el exceso de grasas. Como punto final, recomienda agregarle poca sal, debido a que, en su proceso industrial, le añaden un porcentaje considerable.
