Las Yemas de Santa Teresa son un postre muy popular en España. Preparadas para festividades y puentes, es uno de tantos postres que sufren del mismo problema: El ser un dulce.
Esto hace que en las preparaciones se emplee en exceso el azúcar o ingredientes similares, lo cual poco a poco hace que pierdan popularidad y cada vez menos gente quiera prepararlas. Sin embargo hay una forma de aligerar su preparación bastante, y hoy traemos esa versión. Podremos repetirlas sin perjudicar a nuestra salud.
Para la cocción podemos utilizar cazos o cualquiera de los tipos de ollas.
Ingredientes de las Yemas de Santa Teresa
Los ingredientes se duplicarán por cada 26 yemas preparadas
- 12 yemas de huevos L
- 100 mililitros de agua
- Edulcorante natural al gusto
- Ralladura de medio limón
- Azúcar glasé para rebozar (opcional)
Al tratarse de un dulce, conviene consumirlas de forma muy controlada. Sin embargo logramos hacerlas bastante más saludables eliminando el azúcar por edulcorante.
Preparación
- En una olla o cazo disponemos el agua, la ralladura de limón, el edulcorante al gusto (podemos ir probando con el dedo hasta notar el agua con el dulzor agradable y sin exceso) Cocemos a fuego medio hasta lograr el almíbar deseado. Debe estar al punto de hebra fina. Para mayor precisión, recomiendo usar un termómetro de cocina. Se apagará el fuego cuando alcance los 105ºC, y así evitamos que agarre color.
- En un recipiente hondo batimos las yemas de los huevos y las colamos para quedarnos con la parte más líquida.
- Mezclamos el almíbar con la mezcla filtrada de las yemas. En este punto recomiendo las varillas metálicas de repostería, para así ligar mejor la mezcla.
- Pasamos la mezcla a otra olla, y cocemos a fuego muy suave sin dejar de batir, hasta que espese. El punto estará en el que el resultado comience a despegarse de las paredes de la olla, aproximadamente a los 30 minutos.
- Ya listo, pasamos el resultado a un recipiente limpio y dejamos enfriar antes de bolear la masa. Para mantener la forma, recomendamos rebozar con azúcar glasé, aunque se pueden utilizar pepitas de chocolate negro o chocolate sin azúcar. Para dar forma a la masa de yemas, recomiendo untarnos las manos con aceite de oliva de vez en cuando. La masa final la podemos servir en los moldes de magdalena, por ejemplo. Aunque es indiferente.