Las batas sanitarias son uno de los elementos imprescindibles dentro de un quirófano, ya sea destinado a la atención humana o animal, hospitales, laboratorios, etc. El principal objetivo de esta indumentaria es el de reducir la probabilidad de que se produzca o propague una infección, protegiendo así tanto al quien lo usa como al resto.
Quizá la imagen más común que tenemos de una bata en la cabeza es la típica blanca que llevan todos los médicos en los hospitales o series sobre hospitales. Pero no, una bata sanitaria va más allá, habiendo diferentes tipos, fabricadas con distintos materiales y destinadas a diferentes usos, objetivos y usuarios. Cabe destacar que el color blanco no es el más indicado para un quirófano ya que, al reflejar la luz de las lámparas y foco, pueden perjudicar la vista de su usuario.
Por otro lado, estos EPIS, con el paso de los años, se han ido adaptado para mejorar la comodidad, seguridad y necesidades de los profesionales sanitarios y de los pacientes.
Los Tipos de batas sanitarias
Bata quirúrgica: Son repelentes al agua. Una de las principales características de estas batas es que son reutilizables. Tras usarla se puede lavar a 60ºC, como máximo, y luego aplicar un ciclo de 90 minutos en el autoclave, para así volver a dejarla estéril y lista para su siguiente uso. Es posible lavarla hasta 5 veces, tras los cuales será necesario reciclarla de forma adecuada ya que una bata quirúrgica tarda hasta 400 años en descomponerse. Otras características que incorpora este tipo de batas es que su tejido es transpirable, dispone de brazaletes, velcro y un lazo para ajustarla correctamente a nuestro cuerpo y además están fabricadas con polipropileno.
Bata de aislamiento: Fabricadas también con polipropileno no tejido, disponen de puños elásticos y corbatas de cintura y cuello. Son de un solo uso, tras el cual se debe desechar en el contenedor adecuado. Al no ser estériles, se puede lavar antes de su uso con un ciclo de 70ºC y luego meterla en el autoclave a 135ºC durante tres minutos como máximo.
Bata de visita: Hechas del mismo material que las anteriores, y también son de un solo uso. Dispone de botones para cerrar y bolsillos. No son estériles, y están pensadas para realizar visitas a domicilio o en ámbitos como la hostelería.
Bata buzo: Son batas desechables indicadas para ser usadas por sanitarios profesionales, laboratorios y ciertas industrias, como puede ser la alimentaria. Cubre el cuerpo casi en su totalidad, exceptuando manos y pies. Son transpirables e incluye una cremallera central para hacer más cómodo su uso.
Bata buzo de categoría III: Estas quizás nos sean familiares debido a que fueron las más utilizadas durante la pandemia causada por el virus SARS-Cov19. Son más resistentes que las anteriores, por lo que su protección también es mayor, sobre todo frente a salpicaduras leves de productos químicos. No son reutilizables y son antibacterianas, transpirables e impermeables. Tiene gomas ajustables a las muñecas, cinturas y pies. Además, también disponen de una cremallera central más sellado y una capucha con ajuste elástico. Están certificadas.
