Los postres y especialmente las tartas y bizcochos a menudo parecen nuestros rivales ante la dieta, o ante cuidarnos simplemente. Sin embargo te sorprendería saber que, cambiando ciertos ingredientes, una tarta (entera) puede llegar a tener menos calorías que un plato de comida normal y corriente, siendo menos de 300 kcal (entera, de nuevo). Ahora bien, no somos tan golosos, no nos comemos las tartas enteras. Normalmente, un trozo como postre, lo que sumaría unas 40-50 calorías a nuestra comida.
No parece tanto, ¿no? Además, dependiendo de las dietas (cetogénica, por ejemplo), añadir estos trozos a nuestros postres semanalmente, nos daría un aporte de grasa y vitaminas que necesitamos. Grasa, en este caso, por la mantequilla que utilizamos para la base, y la nata para montar. Vitamina, por supuesto, por el queso, la leche, y la fruta.
Fácil y sencillo. Ya hemos comprendido las bondades de estos postres, y más si son tartas sin azúcar. Veamos cómo preparar la de Limón, popular en todo el mundo.
Ingredientes de la Tarta de Limón Fit
- Galletas de nuestro gusto (sin azúcar) (pueden ser saladas)
- 100 gramos de mantequilla derretida
- O bien gelatina de limón sin azúcar (2 sobres), o bien zumo de bastantes limones y ralladura de limón combinada al gusto
- Medio litro de nata para montar
- 250 gramos de queso crema (yo utilizo Philadelphia)
- Edulcorante natural al gusto. Con una cucharada sopera suele ser suficiente.
- 100 mililitros de agua
- 150 mililitros de leche. Preferiblemente entera
Necesitaremos a parte de esto, un molde de nuestra preferencia. Sí que recomiendo que tenga «altura»; ya que puede quedar gruesa dependiendo de la galleta que utilicemos, y así tendremos margen de error.
El molde debe ser fácilmente desmontable.
Preparación
- Picamos la galleta elegida hasta convertirlas en trozos muy finos, o casi polvo, si utilizamos maquinaria. Desde picadoras convencionales, hasta mortero y mazo podemos utilizar. Mezclamos el resultado de las galletas con la mantequilla derretida, hasta formar la masa que extenderemos por la base del molde, de forma homogénea. Dependiendo del tipo de galleta, más dura o más blanda, puedes usar utensilios para aplanarlo, como espátula de cocina.
- En un bol a parte, mezclamos la nata con el queso crema, leche y edulcorante, hasta integrarlos correctamente.
- Mientras tanto, dejamos calentando el agua para, o bien disolver ahí la gelatina de limón, o bien verter el zumo y la ralladura, y que vaya integrándose.
- Dejamos enfriar el resultado reducido, y finalmente mezclamos todo. Una vez alcance una temperatura tibia y lo hayamos mezclado correctamente, depositamos el resultado encima de la base de galleta.
- Refrigeramos durante bastantes horas. Mínimo entre tres y cinco.
