Los tés o infusiones son, junto el café, la bebida con mayor número de adeptos a nivel mundial. El origen de esta bebida caliente a base de hierbas se remontan a tiempos muy antiguos, teniendo fechas que datan el año 500 a.C. Sin embargo, el motivo por el que empezó a emplearse diferentes tipos de hojas o hierbas para su consumo es un tema muy controvertido.
Origen del té
El lugar de origen de las infusiones se podría decir que es China, país que posee una leyenda la cual dice que fue el emperador Shen Nung quien descubrió las múltiples propiedades de las hojas del té. Se dice que este emperador tenía la ley de que toda agua destinada al consumo humano debía de ser hervida previamente; por eso, un día mientras él mismo hervía agua en un bosque, cayeron sobre ella unas hojas provenientes de un árbol del té silvestre. Fue el aroma de aquella improvisada infusión la que le animó a probarla. Desde entonces se hizo consumidor habitual de esta bebida.
Por otro lado, los hindúes también poseen su propia leyenda sobre el origen y beneficios del té. Según esta, el monje Bodhi-Dhrama fue quien halló esta bebida durante uno de sus largos viajes predicando el budismo Zen, cuando unos sabios ancianos le animaron a ingerirla para así recuperarse del cansancio. Al comprobar sus increíbles beneficios, comenzó a emplear el té como medicina.
¿Cuál es el té con mayor nivel calórico?
A pesar de que muchas culturas se atribuyen su descubrimiento, es cierto que casi todas empleaban las infusiones como remedio natural para tratar ciertas dolencias. Y es que actualmente existe gran variedad de tés con distintos usos. Con sabores frutales, amargos, ácidos e incluso dulces … pero … ¿Cuales son los tés con menos calorías?
Té verde: El té verde es una de las variedades más saludables y con mejor índice calórico. Es rico en antioxidantes, ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, los niveles de triglicéridos, activa el metabolismo e incluso hay ciertos estudios que defienden su uso para prevenir ciertas enfermedades cardiovasculares.
Té de jengibre: En épocas de frío, el té de jengibre, solo o con limón, era usado para ayudar a combatir los síntomas causados por el resfriado. Por otro lado, también es bueno para reducir la inflamación abdominal causada por la retención de líquidos.
Té negro: Reino Unido es el principal consumidor de esta variedad de infusión. Es antioxidante, estimulante y se dice que es capaz de ayudar a combatir el riesgo de padecer osteoporosis.
Manzanilla: Toda la vida hemos escuchado que es bueno tomar un té de manzanilla cuando tenemos dolor de estómago. Y es que se ha comprobado que la manzanilla posee propiedades antiinflamatorias, por lo que no solo es bueno ingerirla, si no también emplearla como remedio natural para la conjuntivitis.
Té de rosas: El principal beneficio del té de rosas es que carece de teína, por lo que es ideal para tomarla por las noches sin necesidad de tener que sacrificar horas de sueño. Al igual que las anteriores, también es antioxidante.
Cola de caballo: La más usada para evitar la retención de líquidos, tan común en ciertas mujeres. Esta infusión es un muy buen aliado en periodos de pérdida de peso, ya que depura el organismo, eliminando así las toxinas dañinas presentes en este.
