A pesar de que podemos preparar un kebab en casa, aliñando nuestra propia carne, la carne de kebab es tan característica que es lo que le da ese toque especial al plato. Esta se elabora a base de carne de pollo, ternera, cordero o pavo, aliñada y prensada para poder encajar en los asadores de los restaurantes.
Ingredientes del Kebab bajo en grasas
- 2 pechugas de pollo
- 125 gr de queso batido o yogurt natural
- 200 ml de leche desnatada
- 2 cucharaditas de mostaza sin sal
- 15 ml de aceite de oliva virgen
- 1 limón
- 2 cucharaditas de ajo granulado
- 2 cucharaditas de orégano
- 2 cucharaditas de pimienta negra molida
- 1 cucharada de comino
- 1 cucharada de pimentón dulce o picante
- 1 cucharadita de jengibre
- 2 tomates
- 1 cebolla morada o cebolleta
- Lechuga al gusto
- Sal al gusto
- Tortillas de harina, maíz o pan de pita
Preparación
- Retiramos el exceso de grasa que pueda tener nuestras pechugas y las colocamos en una bolsa de congelación. Reservamos.
- Hacemos una mezcla con la cucharada de pimentón, comino y jengibre. Podemos añadir otras especias de nuestra elección, como un poco de pimienta o perejil.
- En un recipiente mezclamos la leche con las especias ya mezcladas, las dos cucharaditas de mostaza, la sal y el aceite de oliva. Añadimos también la ralladura del limón y poco de su zumo. Mezclamos todo y lo vertemos en la bolsa con el pollo.
- Removemos la bolsa para que el pollo se embadurne bien de la mezcla. Una vez esté todo completamente mezclado, sacamos el aire y cerramos la bolsa herméticamente. Dejamos que repose en al nevera durante, al menos, dos horas.
- Mientras el pollo reposa, procedemos a preparar el relleno de nuestro kebab. Para ello pelamos y lavamos la cebolla. La cortamos en juliana y la echamos en un bol. Cubrimos con agua muy fría y dejamos reposar durante media hora. Esto le bajará el picor. Tras esto, la escurrimos y la secamos bien con papel absorbente.
- Lavamos bien los tomates y la lechuga. Los primeros los cortamos en daditos y la otra en tiras. Secamos bien.
- Para elaborar la salsa de blanca pero en una versión más ligera, mezclamos el queso batido o yogurt natural con el orégano, el ajo granulado, un chorrito del zumo de limón que nos sobró, pimienta negra y sal al gusto. Batimos todo. Podemos ir probando y corrigiendo la sal o las especias.
- Pasadas las dos horas, sacamos el pollo de la nevera. Lo escurrimos y lo llevamos a una sartén caliente antiadherente. Marcamos muy bien las dos caras de las pechugas y luego las tapamos. Cocinamos a fuego lento para procurar que no queden crudas por dentro.
- Ya cocinadas, las cortamos en tiras y montamos los kebabs con los anteriores ingredientes. Primero colocando el pollo sobre la tortilla, la salsa blanca casera y, por último, las verduras.
En realidad, la receta más tradicional de kebab está elaborada con carne de cordero y no de pollo, como en esta ocasión. A pesar de esto, hoy en día, la mayoría de restaurantes solo trabajan con carne de pollo o mixta, es decir, de pollo y ternera.
