Llegó la hora. Vas a perder peso, y esta vez de verdad. Te has propuesto empezar una dieta para adelgazar, pero no sabes siquiera por dónde empezar. Puede que parezca que todo se reduce a comer menos, pero nada más lejos de la realidad. Seguir una buena dieta para perder peso requiere dedicación y paciencia.
Claves para iniciar una dieta de adelgazamiento
Si vas a ponerte en marcha para empezar o incluso para diseñar una dieta de adelgazamiento*,es aconsejable tener en cuenta unas pautas básicas. Existen ciertos mecanismos que deberías implementar tanto en tu rutina diaria como en tu distribución de comidas si de verdad quieres resultados. De hecho, aunque optes por tomar sustitutivos de comidas como los que ofrece la marca Siken, los consejos que vamos a darte pueden ayudarte.
El sedentarismo, los malos hábitos alimenticios y otros tantos factores pueden llevar a una situación desfavorable a la hora de empezar con el objetivo de comenzar una dieta para perder peso*.
Lo primero que debe quedar claro antes de ahondar en estas claves que vamos a dar es que adelgazar no debería ser solo una cuestión de comida. Debería ser también una cuestión de mentalidad, de cambiar de hábitos en general y virar cada vez más hacia una vida más equilibrada. Con ese punto de partida claro y, sobre todo, bien asumido, podrás ponerte en marcha con el resto de cosas que vamos a contarte.
Tratar de abandonar la obsesión por el peso
No es recomendable mirar la báscula constantemente. Hay un dicho que dice que no hay mejor báscula que la ropa que llevamos, y deberías hacerle caso. Obsesionarse no es aconsejable, sobre todo porque, si no lo combinas con el ejercicio, es posible que los cambios no sean los esperados. Fíjate mejor en cómo te va quedando la ropa. Cuando descubras que esos pantalones que no entraban ahora sí lo hacen, o que esa camiseta ya no se pega tanto, verás que seguramente estés cerca de conseguir resultados.
Tener un objetivo asumible y claro
Una de las formas de realizar y seguir una dieta equilibrada que consiga resultados es establecer metas claras. Ahora bien, de nada sirve que empieces una dieta pensando en perder peso en muy poco tiempo. Si haces eso, lo único que conseguirás es aumentar la presión y, al final, te podrías acabar frustrando porque no llegas a conseguir lo que te habías propuesto. Es conveniente conseguir pequeñas victorias que sufrir por derrotas inevitables. Te lo aconsejamos, y mucho.
Mejor distribuir que eliminar comidas
Saltarte una comida, sea una cena o un desayuno, no es aconsejable. Hay dietas que pueden introducir más de cuatro comidas diarias, pero con menos cantidades. Es una opción, ya que tu cuerpo recibe todos los nutrientes que necesitas y, además, podrás evitar generar esa ansiedad que puede aparecer por comer cuando el hambre se prolonga. No te aconsejamos eliminar comidas, mucho menos los desayunos (algo demasiado habitual) y más sabiendo que hay muy buenas opciones de desayunos que te pueden ayudar a cuidar tu peso *.
El ejercicio físico es muy recomendable
Aún comiendo bien, el ejercicio físico debería estar en tu rutina diaria. No se debe recurrir a él como forma de compensar una mala dieta, debe ser un complemento de una alimentación equilibrada. Ambas cosas van de la mano. Procura dar con un deporte que te guste y trata de practicarlo varias veces por semana. Dedicarle una hora al día es incluso mejor.
Beber mucha agua
Las bebidas son algo que suelen sentar genial después de un largo día de esfuerzo y trabajo, pero créenos cuando te decimos que lo más recomendable es que el agua se convierta en tu bebida principal. La mayor parte de nuestro cuerpo es agua y es aconsejable beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día. El agua es buena para saciar la sed
El método del plato
Una manera de saber cuánto y cómo debes comer es usar el método del plato. Si no lo conoces, consiste en destinar la mitad del plato a vegetales crudos o cocidos, o también elaborados de forma que tengan poco aceite. Luego, es buena idea que un cuarto de plato vaya destinado a proteínas como las del huevo, la carne, el pescado o el marisco. El otro cuarto de plato restante se debe destinar a hidratos de carbono como pasta, arroz o incluso pan.
¿Y el postre? A ser posible algo ligero o una pieza de fruta.
Planifica bien las comidas
Es muy buena idea que, antes de empezar la semana, planifiques todas las comidas que vayas a hacer a lo largo de esta. Así, podrás hacer una buena lista de la compra en la que no te falte nada para preparar cada plato y evitas también echar algún que otro picoteo de más que te haga caer entre horas.
Seguir y elaborar una buena dieta no tiene porque ser complicado. Ahora bien, otro punto extra que debemos destacar es contar con ayuda de profesionales. Pasar por un estudio en profundidad para obtener una rutina diseñada a medida, una que encaje con tu organismo para conseguir los resultados que deseas.
*Para perder peso: la sustitución de dos de las comidas principales del día por un sustitutivo en una dieta baja en calorías ayuda a perder peso.
*Para mantener: la sustitución de una de las comidas principales del día por un sustitutivo de la comida en una dieta baja en calorías contribuye a mantener el peso después de la pérdida de peso.