Fue en el siglo XVIII cuando la conservación de alimentos se convirtió en una gran necesidad para las personas que se dedicaban al ejército o a la marina, ya que se embarcaban en misiones que podían durar fácilmente varios meses. Gracias a este tipo de alimentos en conserva dichas personas pudieron almacenar comida durante toda esta larga temporada, ya que las técnicas tradicionales como la salazón de carne y de pescado acababan por adquirir mal sabor, derivando en problemas de salud.
Desde esa época, las conservas de comida están a la orden del día en cualquier hogar; sobretodo las latas de atún, las cuales se convierten en el ingrediente estrella para elaborar recetas sencillas y llenas de sabor. Una receta sencilla y sana, elaborada con atún al natural es la pizza de coliflor con atún.
Ingredientes de la Pizza de Coliflor Natural
Para la masa
- 1 coliflor de tamaño pequeño
- 150 gramos de queso mozzarella
- 1 huevo
Para la Pizza
- Tomate frito o triturado
- 1 o 2 latas de atún al natural
- Hojas de albahaca
- Tomatitos cherry al gusto
- Queso rallado para gratinar
Preparación
- Rallamos la coliflor con un rallador, hasta obtener migas pequeñas. Las ponemos en un bol y lo metemos al microondas durante 10 minutos aproximadamente.
- Sacamos nuestra coliflor del micro e incorporamos el queso y el huevo. Mezclamos muy bien y añadimos sal al gusto.
- En una bandeja de horno, a la cual podemos poner papel vegetal para evitar que se pegue, extendemos nuestra masa.
- Añadimos el tomate frito o triturado como base.
- Lavamos bien los tomatitos cherry y los cortamos por la mitad. Los disponemos por nuestra pizza de la forma que más nos guste.
- Abrimos la/s lata/s de atún natural y las escurrimos. Vertemos el atún sobre la pizza.
- Añadimos las hojas de albahaca para darle sabor y un poco de color. Terminamos poniendo un poco de queso rallado sobre nuestra pizza y procedemos a meterla en el horno, previamente calentado a 180º.
- La horneamos durante, mínimo, 20 minutos.
Esta es una receta sencilla y muy saludable. También es una muy buena opción para sustituir la harina de trigo y las calorías que supone este tipo de masa. Sin duda alguna, es la mejor forma de incorporar verdura a nuestra dieta de una manera fácil y rica.
Esta técnica de almacenamiento, basada en conservar los productos frescos en un tarro de cristal, cerrado herméticamente y posteriormente hervido, surgió en 1795 gracias un confitero francés de nombre Nicolas Appert. Con el paso del tiempo, este confitero acabó abriendo una fábrica para poder producir en cantidades abundantes y, así, poder abastecer a la marina francesa durante esos años de guerra.
La recompensa económica con la que Napoleón premió a Nicolas Appert, motivó a que otro francés, llamado Philippe de Girard, se marchase a Londres para poder explotar esta idea. Una vez allí tan sólo añadió una pequeña modificación: dejaría de utilizar tarros de cristal para dar paso a recipientes de hojalata.
