La Fresa es una fruta increíble, capaz de encajarla en prácticamente cualquier preparación. Dulce, por lo que no necesita azúcares añadidos en los platos y postres. En este caso, atacamos directamente al verano. Con un granizado clásico y casero de fresa, sin ingredientes añadidos ni colorantes. Solo con la pura fresa, y unos truquitos para que el hielo quede perfecto.
Ingredientes del Granizado de Fresa Ligero
- Medio kilo de fresas
- Medio litro de agua
- Edulcorante natural al gusto
- 1 limón exprimido (sin pulpa)
Preparación
- En un cazo con agua, vertemos y mezclamos el edulcorante líquido, y lo llevamos al punto de ebullición. Una vez logrado, apagamos el fuego y dejamos templar, pero no enfriar.
- Lavamos las fresas, cortamos la parte «verde«, y las batimos hasta lograr una especie de puré de fresa. Al no haber líquido extra, no saldrá zumo como tal.
- Pasamos con el limón, exprimiéndolo pero eliminando la pulpa. Mezclamos el zumo obtenido con la pasta de frresa. Una vez logrado, añadimos el agua endulzada del principio, y vamos removiendo y mezclando poco a poco. El calor debería ayudar a que la fresa no deje grumos por la pulpa.
- Pasamos con la parte «complicada». Vertemos el resultado en un recipiente amplio para el congelador. Es preferible que sea de vidrio. Pasada la primera hora de congelado, sacamos el recipiente y rompemos los cristales de hielo de la superficie. Volvemos a congelar, y repetimos el proceso cada media hora, por varias horas.
- La mezcla final será un conjunto de cristales de hielo pintados del rojo de la fresa natural, sin colorantes.