Recetas de Salsas

Las salsas añaden sabor a las comidas y pueden hacer que una comida especial sea extraordinaria. Salsas como la salsa barbacoa, la mayonesa y la mostaza contienen compuestos de sabor como el dulce, el ácido y el amargo. Estos compuestos son importantes para equilibrar y realzar el sabor de los alimentos. Las salsas también contienen grasa y agua que ayudan a simplificar el sabor de los alimentos y evitan que la boca se reseque al comer. El azúcar de las salsas contribuye a la sensación de dulzor y la sal de las salsas refuerza el sentido del gusto. Cada salsa tiene sus propiedades que se pueden apreciar después de probarla con la comida.

Las salsas se componen de líquidos, emulsionantes, espesantes y aromas. Hay tres tipos de salsas: saladas (gravy/salsas), dulces (miel) y picantes (pimienta). Las propiedades de las salsas varían en función del alimento al que se añaden. Las salsas pueden servir de condimento para casi cualquier alimento. Se utilizan distintos ingredientes para hacer diferentes tipos de salsas. Se pueden hacer salsas que incluyan verduras, carne u otros alimentos como fruta o marisco.

Los alimentos son mucho más agradables al paladar cuando son suaves y tienen un sabor pleno. Las salsas añaden esta característica tan necesaria a muchos alimentos. Además, las salsas pueden dar un toque único, como el sabor ácido de los aderezos y la salsa de crema agria o el sabor dulce de la salsa barbacoa.